10 de mayo de 2009

Dia II.



Capítulo I.- Joaquín, no demoraba en terminar los estudios secundarios en ese nuevo colegio que le quedaba cruzando unas cuantas cuadras, es que se había mudado hace ya varios solsticios a su nuevo hogar, ahí cerca de la colina de los vientos; donde su padre le había enseñado a hablar buen castellano, para que no se equivocara cuando deseara mandar una carta; también el padre lo aplico en el ingles, esto para que cuando se vaya a un karaoke no haga el roche cantando un patience o algún tema de los Beatles; por su parte, Joaquín, pidió aprender francés para decirle a la ocasional señorita que lo haya convertido en el centinela de sus ojos, vous voulez etre ma petit-amie? y claro, como se negaría si era el idioma del amor ese el que pronunciaba, pero si la mujer conociese el idioma por supuesto que le diría Non, ce n’est pas possible, tu est fou et horrible, et ton visage est bizarre … por supuesto él se iría apenas escuche el “no” pues lo demás era clase avanzada o de la clase que no presto atención, y no entendería.


En su casa después del colegio, acostumbraba a jugarle una broma al perro que dormitaba feliz junto a su pelota, casi destrozada por sus feroces pero tímidos mordiscos por no dañarla mucho, pues el dueño ya le había comprado muchas y le advirtió que esta era la ultima, con su frase de negativa “never never and ever; sabiendo esto Joaco, como le decían los cómplices de sus repentinos aspavientos de recién salido del hospicios “dos dedos de frente” (donde los visitantes de ese lugar eran tan zafados de lo que ocurría en el mundo que parecían literatos con el diploma universitario en mano), le quitaba el juguete al animal para llevárselo lejos y esconderlo de su hocico voraz; ya después de hacer la jugarreta Joaquín iba a almorzar tranquilo y reposado. Al entrar a casa emitía un sonoro y claro hola ma’!!!! pues ya no concebía decirle “mami” a la señora de la casa, porque como podría ser eso posible a la edad de las idas y venidas al baño de su dormitorio, no era comprensible eso; pero a cambio de esa ultima silaba extraída, llegaba con algún verso que construía camino a casa, quizás para el puente que cruzaba o al maldito cobrador de combi que no quería cobrarle pasaje escolar por derecho ganado… su madre era una señora hecha y derecha, tenia el cabello corto porque decía que a su edad no era bueno tenerlo largo pues los años no ayudaban, era un mujer entendible y con ganas de entender a todos.


Durante el fin de semana, Joaquín se refugiaba en la azotea con cualquier libro que encontrase debajo de su cama, aquella biblioteca que creo con sus desatinados momentos de ordenar su habitación. Pasaba destilando la tarde entre crímenes y amores prohibidos, imaginando que los arreboles también tienen forma de agosto o de setiembre, destellándose los ojos con la tarde añil y azafrán, el color dependía con que sueño la miraba Joaquín.


(continuará...)

12 de abril de 2009

Dia I.




Entre los sonidos violentos del cambio de siglo, sentado en un vetusto banco y mientras se aproximan las horas del atardecer; un hombre cuenta y recuerda como fue vivir antes de las calles pavimentadas, de los caminos sin arboles, del cielo marchito.

Como si quisieran saber de su pasado, los pájaros se aproximan en suaves ondeos de vuelo, la tarde se demora en irse, el viento pasa lento, el brillo del sol deja su estela mas pura. La imagen mas importante para su recuerdo es el árbol de almendras que se encuentra al frente de su casa, tal vez no sea el mismo que el de su historia, sin embargo, los sentimientos que nacen de mirar ese árbol son inmensos y sublimes.

Todo le recuerda aquellas palabras que yacen marcadas en aquel almendro añorado, aquel poema que le escribió, aquel nombre que pronuncia entre sueños, aquella persona de la que se enamoró, y aun quiere.

Los labios temblorosos por la edad no evitan que comience con su relato, remontando las palabras por aguas de añoranza, fija la mirada a las nubes tratando de encontrar algún lugar porque ya lo habia leído o escuchado de Rafael Alberti: "Las nubes tienen forma de mapas, casi siempre verdad?, y hay días en que son exactas y… unas veces son el mapa de América, otras son un islote que parece a Australia, tienen una… más que nada, una configuración de mapas, indudablemente las nubes".

Creyendo firmemente en ese poeta, allá en la lontananza al otro lado del arcoiris una nube con forma de pájaro primaveral, le dirige por la ancha costa del viento que le cierra los ojos, y en su interior ve de pronto a Joaquín, su amada María Fernanda, y su amor añil junto al reguero de flores de almendro...gran sentimiento galopante se forma en su corazón, recorriendo cientos de leguas mar adentro a donde la rosa de los vientos lo dirija, bienvenidos los recuerdos, aquellos viajes por nubes dentro del olor del almendro que transita en el corazón.